Oigan, que esto del respeto al Medio Ambiente y la concienciación por el cambio climático no es sólo cosa de Plastichín, Vidriolo y Cartúnez. Ahora cuentan con un nuevo sector implicado con la revolución verde: la prostitución. Pues sí, como lo oyen: ‘La casa del deseo’ (House of Desire) es un puticlub berlinés que se ha propuesto mejorar la moral de sus clientes con una política saludable.
Todos los que visiten el local en bicicleta (cualquier otro medio de transporte público), en detrimento del coche, recibirán un suntuoso descuento de 5 euros. Thomas Goetz, el dueño de la casa del Lenocinio, añade que todavía no han descubierto “cómo conseguir demostrar que la gente ha llegado andando, la manera más natural y respetable de llegar a un puticlub”. Según el propietario de este lugar, su iniciativa busca fomentar una cultura sustentable para el medio ambiente. Todo lo que eso signifique.
Más que la crisis económica, que ha disminuido el número de comensales a La Casa del Deseo, a Thomas Goetz le preocupa la ecología y la salud de sus clientes, que ahora disfrutarán 45 minutos en la habitación por 65 euros y no 70, como era costumbre.
Todos los que visiten el local en bicicleta (cualquier otro medio de transporte público), en detrimento del coche, recibirán un suntuoso descuento de 5 euros. Thomas Goetz, el dueño de la casa del Lenocinio, añade que todavía no han descubierto “cómo conseguir demostrar que la gente ha llegado andando, la manera más natural y respetable de llegar a un puticlub”. Según el propietario de este lugar, su iniciativa busca fomentar una cultura sustentable para el medio ambiente. Todo lo que eso signifique.
Más que la crisis económica, que ha disminuido el número de comensales a La Casa del Deseo, a Thomas Goetz le preocupa la ecología y la salud de sus clientes, que ahora disfrutarán 45 minutos en la habitación por 65 euros y no 70, como era costumbre.
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