Mosquito voltea Ironman

Mientras que todavía no digeríamos el mal trago de privarnos de ver la contienda de triatlón más importante del momento que tenía cita en Brasil pero con protagonistas argentinos, no observar la lucha de acero Galindez vs Sturla, las noticias que corren por el momento nos cae más fría aun, es que Oscar Galíndez, quien actualmente está radicado en la ciudad brasileña de Santos, vive días complicados. El cordobés, uno de los mejores triatletas de la historia de nuestro país, fue diagnosticado como portador del virus del dengue, cuadro que afectó también a su familia (su esposa y dos hijos). La enfermedad no le permitió competir en el Ironman de Florianópolis el fin de semana último (competencia que ganó el porteño Martín Sturla) y requerirá 90 días de rehabilitación. Como es sabido, el argentino Oscar Galíndez no pudo participar del Ironman Brasil 20009, disputado el pasado domingo en Florianópolis. La causa fue un fuerte malestar físico, acompañado por fiebre, dolores y debilidad muscular. Este cuadro apareció una semana antes de la carrera, y afectó a toda su familia (esposa y dos hijos). Inmediatamente se hicieron los estudios médicos para determinar que causaba esos fuertes malestares, y mientras se esperaban los resultados Oscar viajó a Florianópolis con la esperanza, aunque remota, de poder mejorar a último momento y finalmente largar. La mejora física no llegó, e inclusive hasta el día viernes estuvo con fiebre alta. Una vez concluida la prueba y de regreso en Santos, ciudad donde reside, el cordobés recibió los resultados de los análisis, que confirmaron lo que se temía: fue infectado por el virus del Dengue.
“Desgraciadamente esto es una epidemia en Brasil, sobre todo en las grandes ciudades del centro norte, como Santos, San Pablo o Río”, nos comentó Galíndez al momento en que nos confirmaba los resultados. “Quizás hay gente en Argentina que piensa que aquí en Brasil estamos en mejores condiciones para desarrollarnos como triatletas profesionales, pero esto hoy por hoy no es así. A situaciones como la epidemia de Dengue hay que sumar factores como la dificultad o inclusive para muchos la imposibilidad de conseguir lugares para pedalear, debido al tráfico de las rutas y a los robos”, agregó.
Refiriéndose a este último punto, Galíndez comentó que en los últimos 10 días hubo 8 robos a ciclistas en las rutas que rodean la ciudad de Santos, todos ellos a mano armada. “Gracias a Dios, al menos hasta ahora sólo hubo que lamentar pérdidas materiales, pero todos estamos con mucho miedo. Salir a entrenar y no saber si se va a volver hace las cosas muy difíciles”, aseguró.
Sin ir más lejos, durante marzo el ciclista profesional cordobés Jorge Giacinti (2° recientemente en la general del desafío Río Pinto), sufrió un violento robo mientras entrenaba en Santos, en las mismas rutas por donde pedalea Galíndez. Giacinti fue apuntado con un arma por delincuentes que se interpusieron en su camino y lo obligaron a dejar su bicicleta a punta de pistola. Un dato curioso es que las ruedas de esa bicicleta habían sido prestadas por Galíndez: “tranquilamente me podría haber pasado a mi”, reflexionó Oscar.
Reinfectado: Según los estudios realizados, no es la primera vez que Oscar se infecta con el virus del Dengue. “Por recomendación del médico que nos atendió, hicimos los estudios para determinar si había reinfección, y para sorpresa nos enteramos de que sí” (ver copia de los estudios debajo). “En la primera no tomamos conocimiento. El problema es que la enfermedad se puede manifestar con diferentes síntomas y de diferente gravedad. A veces dura solo un par de días con dolor de cabeza y muscular, que al pasar rápidamente uno ni llega visita al médico. El año pasado no pude finalizar el Ironman Brasil por síntomas similares que sufrí durante la semana previa, llegando a la carrera muy débil. Nunca supimos bien que era, y pensándolo ahora, hay posibilidades de que la primer infección haya sido ahí”, recordó Galíndez.
Una epidemia que afecta a muchos: Oscar Galíndez no es el primer triatleta que se infectó con Dengue en Brasil. A las decenas de amateurs que lo sufrieron hay que sumar a nombres más conocidos, como el de Fred Monteiro (2° ubicado en el último Half ISS de Mar del Plata), quien sufrió la enfermedad en 2007, cuando como consecuencia no pudo finalizar el Ironman Brasil y debió ser retirado por el personal médico de la prueba.
El virus también pegó fuerte en dos atletas profesionales argentinos que viven en Brasil: Ezequiel Morales y Soledad Omar. Soledad lo padeció en 2006, mientras que Ezequiel en 2006 y 2007. “La primera vez fue para mi la más fuerte, quedé tan debilitado que no podía levantarme, y no tenía fuerzas ni para poder bañarme sólo. Gracias a Dios tuve el apoyo en esos momentos de Soledad, quien me ayudó”, recuerda Ezequiel. Pocos meses después de que el bonaerense se recuperó, la entrerriana cayó entre las víctimas de la epidemia.
Si bien el estado actual de salud de Oscar como del resto de su familia es estable y están fuera de peligro, la actividad del triatleta se ve comprometida para los próximos meses. “El virus sigue en el cuerpo normalmente hasta 90 días, período en el cual se puede volver a recaer, por lo que debo hacer controles permanentes de sangre”, aseguró Galíndez.